Es difícil vivir. Aceptar y asumir la responsabilidad de nuestra propia vida –todo el tiempo-, de nuestros actos y nuestras decisiones, del efecto que éstas tienen en lo que nos rodea. Necesitamos descansar, desconectar, abandonarnos, delegar esa responsabilidad, o al menos una parte de ella, en otros. No pensar, no decidir, no asumir consecuencias.
/Cosas para llorar en seco/